El abdomen es una zona del cuerpo donde se acumula grasa con facilidad; sin embargo, existen procedimientos para solucionar este problema. Uno de ellos es la abdominoplastia, un método de cirugía estética que tiene como fin corregir los defectos del abdomen para mejorar su aspecto. Y es que, mientras que la liposucción se enfoca únicamente en eliminar las células de grasa no deseadas del cuerpo, la cirugía del abdomen tiene la intención de crear contornos más elegantes al abordar toda la cantidad de grasa que impide que este se vea tonificado. No obstante, según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, para realizar una abdominoplastia se deben tener en cuenta una serie de elementos que determinarán el tipo de intervención a realizar. Por un lado, el exceso de grasa. Mientras que la liposucción se realiza con frecuencia como un procedimiento independiente, también se puede utilizar como parte de una abdominoplastia para ayudar a aplanar el área. Para ello, la grasa se afloja y se succiona a través de una cánula. La diferencia es que la liposucción requiere incisiones pequeñas que luego se suturan cerradas y, la incisión realizada para abdominoplastia, permite el acceso del cirujano. Por otro lado, el exceso de piel. La grasa extra causa protuberancias, sin embargo, la piel extra crea una bolsa flácida que puede ocultar los músculos abdominales bien definidos que se encuentran debajo. Por tanto, la cantidad de exceso de tejido puede variar de poco a mucho. Así pues, para una abdominoplastia, el cirujano vuelve a cubrir la piel abdominal para que quede plana y apretada y luego recorta el exceso. El abdomen es una zona del cuerpo donde se acumula grasa con facilidad; sin embargo, existen procedimientos para solucionar este problema Asimismo, también hay que tener en cuenta los músculos laxos ya que, con el tiempo, los músculos del vientre y su fascia de cobertura pueden aflojarse. Mientras que la fascia firme mantiene todo en su lugar, la fascia laxa permite que el contenido se abulte hacia afuera. Por ello, los músculos abdominales pueden separarse, dando a toda la sección media una apariencia flácida. Durante una cirugía estética de abdomen, el cirujano puede, si es necesario, coser estos músculos y la fascia para dejarlo todo tonificado. En algunos casos, como con una mini abdominoplastia, este puede ser el elemento principal del procedimiento. Así pues, dependiendo de los detalles de la cirugía estética de abdomen, el cirujano puede necesitar »reubicar» el ombligo, lo que implica crear un agujero en la piel abdominal para que el ombligo esté en consonancia con el resto del cuerpo. Este proceso se conoce como »translocación umbilical». Si bien estos factores son las partes estándar de una abdominoplastia, también existen otros elementos para crear lo que se ha denominado como NaturaTuck. Un componente principal de esto es usar las suturas de tensión progresiva para asegurar el músculo subyacente a la pared abdominal. Esto compartimenta el área para que no haya un solo espacio abierto donde el líquido pueda acumularse y causar hinchazón. Al emplear esta técnica, además de usar un pegamento quirúrgico, la mayoría de pacientes no requieren que se les instalen drenajes después de la cirugía. Cuando se completen todos los pasos, la incisión se cerrará con un pegamento especial o suturas absorbibles, de forma que el paciente pueda ducharse al día siguiente y no sea necesario quitar las suturas. Finalmente, dado que cada paciente tiene una forma y tamaño corporal únicos, así como también metas personales para un look definitivo, cada abdominoplastia es un procedimiento propio. Si bien hay aspectos comunes entre todas esas cirugías, no hay dos exactamente iguales.
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