Las vacaciones, los días de descanso y el bronceado en la piel juegan a nuestro favor, pero una vez ha pasado esta época, volvemos a ver esos defectos que nos acomplejan. Para ponerles solución y acabar con ellos, esta es la mejor época del año para someterse a una cirugía facial. Por ello en TuCirujano.co te proponemos algunas intervenciones que nos ayudarán a vernos mejor y a rejuvenecer nuestro rostro con armonía, vitalidad, elegancia, naturalidad y expresividad.
Uno de ellos es el lifting facial, una cirugía que permite el rejuvenecimiento facial a través de un procedimiento destinado a elevar y tensar la piel facial, cervical y la musculatura del rostro, así como la reducción de grasa y la eliminación del tejido sobrante con el objetivo de reducir los pliegues y las arrugas de la cara. Lo más aconsejable para conseguir los mejores resultados es someterse a esta intervención cuando la piel de la cara y el cuello empiezan a descolgarse, es decir, entre los 50 y los 60 años. Aunque lo cierto es que se pueden realizar liftings (o ritidectomías) con éxito en personas sanas de 70 y 80 años. Así pues, podemos considerar que la edad ideal para realizar la intervención es aquella en la que el paciente sienta la necesidad real y el cirujano crea que existe un margen razonable de mejoría. Lo más aconsejable para conseguir los mejores resultados es someterse a esta intervención cuando la piel de la cara y el cuello empiezan a descolgarse Además de todo eso, dependiendo de las zonas del rostro que se tengan que tratar y de las necesidades de cada persona, el lifting facial se puede combinar con otras cirugías faciales para optimizar los resultados. La más habitual es la blefaroplastia, que permite eliminar el párpado caído, las bolsas de los ojos y elevar la inclinación del ojo para que tenga una apariencia más joven. La técnica de Coleman también puede utilizarse para dar volumen a zonas del rostro que lo han perdido. Asimismo, existen otros procedimientos de medicina estética que permiten mejorar la calidad de la piel y otorgarle una mayor luminosidad, además de eliminar arrugas y manchas como son el láser, la medicina regenerativa, la mesoterapia de vitaminas, la carboxiterapia o los peelings médicos. Otro de los tratamientos faciales más demandados y con mejores resultados es el bótox. Un tratamiento que, sin duda alguna, complementa a la perfección las cirugías faciales pero que nunca puede llegar a sustituirlas. Y es que, cuando gesticulamos, formamos unas arrugas que, cuando somos jóvenes, con el rostro en reposo no se aprecian. La elasticidad de la piel hace que esta vuelva a su posición original cuando el músculo no se contrae. La repetición continua durante años de estos gestos acaba por »romper» la piel formando esas arrugas que persisten aunque el rostro esté en reposo. Así pues, el bótox es un buen aliado para conseguir que ese punto no llegue o se retrase en el tiempo, atenuando de esta forma las arrugas de expresión. Aunque tenemos que tener en cuenta de que el bótox no eliminará ni la flacidez de la piel, ni tensará la musculatura. Tampoco redibujará elóvalo facial o redistribuirá la grasa del rostro.
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